Carlos Eduardo Plasencia Rodas (Eduardo Plasencia), es Médico Cirujano del Ejército del Perú y actualmente usa su bicicleta para trasladarse a Pimentel o a Lambayeque en ida y venida, que representan alrededor de 23 kilómetros diarios.
“Desde que se dio el estado de emergencia, la presencia de autos de servicio público se redujo y sumado al aumento de pasajes, significó una dificultad y un motivo para que decidiera volver a utilizar mi caballito de acero, ya que al no ver transporte público y particular, las pistas estarían libres y el peligro de sufrir accidentes iba ser casi nulo”, me cuenta.
Su bicicleta se encuentra inoperativa, así que Manuel, su amigo también ciclista, le prestó una y con eso pudo iniciar su desplazamiento.
Usarla en estas circunstancias, ha reforzado su idea de libertad de movimiento y de economía porque no hay apretones ni empujones como cuando vamos en transporte público y porque de gastar 6 u 8 soles diarios, actualmente no gasta nada en pasajes.
En este momento, donde es importantísimo mantener la distancia social para evitar riesgo de contagio, la bici es la mejor alternativa. “Eres solo tú y tu bicicleta”, dice Eduardo.
Pero también refiere que es “un antidepresivo totalmente efectivo, mejora la tonicidad de los músculos, mejora la capacidad respiratoria y evita problemas cardíacos producidos por el sedentarismo”.
Como profesional de la salud, ha visto de cerca la preocupación y el compromiso de su equipo médico, pero también ha visto la falta de conciencia de parte de muchas personas que no respetan las medidas de prevención.
“En mi persona y profesión necesito que todos tomen conciencia de lo que realmente pasa. Nos enfrentamos a algo que conocemos muy poco y realmente este virus no tiene preferencias por ninguna persona. Es triste darse cuenta que nos falta lo que realmente nos caracteriza: nos falta humanidad, no pensamos en los otros, no pensamos en los sueños de otras personas que tienen a diario, no me refiero a algo material, me refiero al sueño de poder dar un abrazo, un beso a tu ser querido, poder abrazar nuevamente a tus padres, a tus hijos, sin miedo de saber que al hacerlo puedas contagiarlos”, me indica.
Eduardo manifiesta que usar la bicicleta en estas circunstancias es una medida inteligente y sumamente efectiva para poder tener una vida mejor. “Quiero que más personas puedan usar una bicicleta y quienes no puedan hacerlo cuando nos vean en la carretera, entiendan que va una vida y que merecemos el mismo respeto que ellos”.
En este momento es fundamental pensar cómo podemos gestionar nuestro desplazamiento, cómo podemos cuidarnos, qué riesgos podemos evitar, qué calles vamos a utilizar, qué medios de transporte vamos a elegir.
No volveremos a la normalidad que conocíamos y quizá resulte positivo ver a esta crisis como una oportunidad para que las autoridades pongan de su parte y nosotros como personas miremos a nuestras ciudades de una manera distinta, más humana, una ciudad en la que nuestras vidas sea lo más importante.
Esa bicicleta que antes creíamos que podía servirnos solo para pasear, ahora puede servirnos para nuestro desplazamiento más seguro. Creo que esta idea va a ir cobrando fuerza para volver a Chiclayo una mejor ciudad.
Si no somos nosotros ¿quién?
Juntos somos más grandes que esta crisis.
Que bueno Eduuu ..te felicito ,a la vez que cumples con tu deber en tu profesión ,disfrutas de tu pasión ..te deseo lo mejor amigo ?♂️..que Dios te cuide y proteja y te Bendiga siempre ok ??